lunes, 27 de febrero de 2012

Risas

Imagínate el  cuadro.

Un hombre con una barba bastante abultada y negra corriendo sobre periférico norte en San Cristobal de las Casas.
El hombre trae puesto su short rosa que tanto le gusta, con un sueter rojo y tenis grises de agujetas rosa y naranja.
El hombre también se carga un corte de cabello estilo punk con dibujos inentendibles en los laterales del craneo.
El hombre cruza la mirada con un niño de unos 2 o tres años que se encuentra del otro lado de la calle y está tomado de la mano de su madre.
La imágen del hombre provoca en el niño una risa espontanea que falta poco para convertirse en carcajada.
El hombre al escuchar la risotada se descubre sorprendidamente feliz por la reacción y así sigue con sus ejercicios matutinos y sus rítmicos pasos.
Hoy el día está soleado y los niños sonríen a la orilla de la carretera.

Por cierto, ahora soy responsable de una vida, se llama Gía.